Autor: Guillermo Tuñón, Gerente Comercial Regional, Soluciones Seguras Panamá
En la actualidad y a nivel mundial, enfrentamos una Pandemia causada por el síndrome respiratorio agudo grave coronavirus 2 (SARS-CoV-2), causante de la enfermedad llamada Coronavirus 2019 (COVID-19). El COVID-19 ha causado un tsunami casi perfecto en el ciberespacio, poniendo a prueba la resiliencia del ser humano.
El COVID-19 ha generado una enorme crisis, provocando la aparición de efectos colaterales adicional al sanitario. En este mundo tecnológico, en el cual vivimos hoy, dos son los claros beneficiados: el teletrabajo y la ciberseguridad. En esta línea, empresas, organizaciones, industrias, entidades, entre otros, se han visto en la necesidad imperiosa por aumentar las medidas de seguridad. La incorporación a la vida profesional del teletrabajo ha hecho que buena parte de los colaboradores hayan tenido que incluir el mismo de un día para otro, con lo cual han aparecido problemas y situaciones con los que antes no se contaba.
El objetivo primordial de todos es mantener el negocio en la medida de lo posible asumiendo determinados riesgos, enfocado en proteger los datos sensibles de las compañías y proteger los equipos personales de los empleados de dichas empresas para que puedan trabajar. Equipos que, regularmente, no cuentan con las medidas de protección que las empresariales y es de vital importancia para su protección ya que los ciberdelincuentes están aprovechando la crisis del coronavirus para realizar ataques de suplantación de identidad, ransomware, phishing, entre otros.
Podemos establecer que aún es demasiado pronto para disponer de datos que evalúen el impacto de la COVID-19 sobre la ciberseguridad, se precisará tiempo y trasparencia antes de conocer el alcance real sobre todos los sectores, especialmente los datos sobre las organizaciones implicadas en la gestión de la pandemia.
La ciberseguridad es uno de los elementos más necesarios en esta nueva era provocada por el Covid-19.
Que nos ha enseñado el COVID-19:
- Nos ha mostrado el enorme riesgo debido a interrupciones causadas por pandemias u otras intervenciones como ataques cibernéticos o puntos de inflexión ambiental.
- Nos ha enseñado lo bien preparados que deberíamos estar ante una ciber pandemia global similar a COVID-19 pero que se propagaría más rápido que un virus biológico, con un impacto económico igual o tal vez mayor.
- Nos ha mostrado el impacto económico que tiene el cierre de operaciones causadas por cierres forzados, escenarios similares a los ocasionados por ataques cibernéticos a infraestructuras importantes de negocio.
- Nos ha dado información de cómo los líderes pueden prepararse mejor ante estas incidencias, transcritas a los riegos cibernéticos.
- Nos ha pintado, en un escenario biológico, el difícil escenario de cómo recuperar la destrucción causada en sistemas digitales luego de una propagación y contaminación en masa de sistemas.